¿Es un pájaro…. Un
avión…. El estornudo de un ángel…?
Pues no: se trata del
lanzamiento de un misil ruso Topol, observado desde la Estación Espacial
Internacional el pasado 10 de octubre.
Según parece, el
astronauta Mike Hopkins estaba contemplando el espacio desde la cúpula de la
ISS cuando observó el extraño fenómeno, y corrió a por su cámara para
inmortalizarlo. Luca Parmitano también lo observó y tomó otras fotografías,
aunque menos espectaculares.
Aunque hay quien opina
que el lanzamiento podría haberse programado para ser seguido por los
cosmonautas rusos de la estación espacial, de modo que pudieran aportar datos
sobre el desarrollo de la prueba. Según estas opiniones, dichos cosmonautas
podrían haber filtrado la noticia a sus colegas norteamericanos para que
estuvieran listos para contemplar el espectáculo. Esto no es más que una
hipótesis, aunque lo cierto es que, dado el escaso tiempo libre de que disponen
los tripulantes de la ISS para contemplar relajadamente el espacio, que ese
momento coincidiera con el lanzamiento del misil parece bastante casualidad.
Aunque todo puede ser…
La nube que podemos
contemplar en la fotografía corresponde a la liberación de algún tipo de gas
procedente del misil, que se expande libremente en el vacío espacial.
No es muy frecuente la
observación de fenómenos como éste, pero ocurren de vez en cuando, y en
ocasiones son incluso más espectaculares.
En diciembre de 2009,
muchos noruegos miraban al cielo asombrados ante el espectáculo de una espiral
que parecía sacada de una película de ciencia ficción.
En realidad correspondía
al lanzamiento de otro cohete ruso, que en este caso iba expulsando gas
mientras ascendía rotando sobre su eje (un tipo de estabilización habitual en
algunos tipos de cohetes). La verdad es que ante espectáculos como éste, no es
de extrañar que haya quien crea en ovnis o en apariciones de la virgen…
No hay comentarios:
Publicar un comentario